miércoles, 12 de enero de 2011

EL CABALLERO ARNALDO

Al caballero Arnaldo le gustaba comer las setas asadas con la salsa de la carne de jabalí. Disfrutaba mucho comiéndose su plato, era uno de sus favoritos.Al terminar ,  decidió subir a lo más alto de su castillo para descansar un rato.Según iba subiendo las escaleras , nuestro caballero empezaba a encontrarse  y sentirse diferente porque  le empezó a salir de forma inesperada ,armaduras  fijas en las piernas , en los brazos , en el pecho, la cabeza.... hasta que poco a poco, le fue cubriendo  todo el cuerpo  una armadura metálica dorada.Ahí se quedó nuestro caballero  Arnaldo inmóvil en las escaleras como una escultura sin tener apenas movilidad, cuando de repente ...............

4 comentarios:

  1. una gaviota se poso sobre su hombro, haciendo que tambaleara un poco el caballero Arnaldo.
    Cuando estuvo a punto de caer desplomado, un pescador que subía al castillo a pedir un favor al Rey, ahuyento a la gaviota.
    Arnaldo vocalizando difícilmente, consiguió darle las gracias y explicarle lo sucedido. El pescador intento quitarle la armadura pero…

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  2. ...no pudo. Inútilmente, el pescador clavó sus tobillos en el suelo y enganchado a la dorada greba del caballero, tiraba de ella con todas sus fuerzas; pero cuanto más tiraba, más se adhería a la piel de Arnaldo.
    - No es posible -pensó-. Debe ser cosa de algún embrujo. ¿Quién podrá ayudarle?
    Entonces recordó...

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  3. que cuando era pequeño conoció a una brujita muy maja que quizá podría ayudarle a escapar de la armadura. Como era de noche, decidió ir a la mañana siguiente para no molestar a la bruja. Al día siguiente en cuanto se levantó, cogió su caballo y galopando llegó a la casa. Entró despacio y allí estaba esa señora ya viejecita dando vueltas a la olla que tenía en el fuego. Se dio la vuelta y...

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  4. sin mostrar ningun gesto de sorpresa le dijo:
    -Te estaba esperando Arnaldo...
    El caballero extrañado y sin saber muy bien que ocurría le contestó:
    -¿Cómo es posible que se acuerde de mí?¡sólo tenía 6 años!
    La anciana le explicó, que durante todos estos años, ella había seguido su trayectoría gracias a su caldero mágico, y que por ello sabía el por qué de esa angustiosa y repentina armadura.
    De modo que, pidiéndole que se sentase y ofreciendole una taza de te comenzo a explicarle...

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